Sunday, July 05, 2015

MESSI EN SU LABERINTO.




León Gieco alguna vez dijo que “Si Fellini viviera en Argentina sería apenas un fotógrafo”. Haciendo un paralelismo con esta frase podríamos decir también que si Messi se hubiera quedado en Argentina, sería nada más que un delantero del montón con los tobillos a la miseria. Porque el Messi que vimos en esta Copa América quizá sea el mejor posible para esta selección. No creo que podamos esperar mucho más de él. En medio de tantas figuras cuesta que se destaque como en el Barcelona, donde es un indiscutible de aquellos.

Así y todo el Messi que vi en esta copa me gustó mucho más que el del mundial 2014. Llegó en mejores condiciones físicas y anímicas. Y mas allá de su displicencia en el partido con Jamaica (donde le cedieron espacios como para que explote y no lo cagaron a patadas), en los demás partidos tuvo un desempeño correcto, dentro de un esquema que lo usa mas como un armador que como un delantero.  Jugó muy bien con Colombia y con Paraguay. No llegó a convertir porque no fue egoísta, arrastró marca, estuvo más concentrado y participó en la elaboración de muchas jugadas de gol.

El tipo intentó hacer “sus jugadas”, pero convengamos que esto es Sudamérica. Acá no te van a ceder un puto espacio, si te escapás te voltean, así de simple. No le salieron, pero las pocas veces que pudo las intentó.  Además, a favor de Messi, hay que decir que ninguna de las rutilantes figuras Europeas de esta copa desparramadas en las distintas selecciones, tuvo un desempeño descollante. 

En cuanto a su papel en la final con Chile, aunque no parezca, me gustó más que el de la final del mundial. Cada vez que recibía la pelota se le iban cuatro chilenos encima y la mayoría de las veces esas jugadas terminaban en faltas a favor de nuestro equipo. Jugadas de pelota parada que no fueron aprovechadas porque una de las falencias que tiene esta selección es la ausencia de buenos lanzadores y cabeceadores. No tenemos juego aéreo, de hecho el gol de Marcos Rojo contra Paraguay (que provino luego de un tiro libre ejecutado por Messi) fue con los pies. Cuando tenemos un tiro libre a favor no hay un jugador indiscutible para ejecutarlos (como en su momento lo fueron Maradona y Riquelme), alguien que automáticamente genere pánico en el rival y lo lleve a estar muy atento a no cometer faltas al borde del área. Así y todo, una de las más claras que tuvimos ayer provino de un corner ejecutado por la pulga, pero hay que decir que de todos los centros que cayeron en el área chilena fue la única jugada que pudo terminar en gol.

Volviendo a Messi, tengo que decir que hizo algo que yo quería que haga en el mundial pasado. Pedir la pelota, tratar de tenerla, generar faltas y amonestaciones (no nos olvidemos de la brutal patada en el estómago que le propinó Gary Medel, que era más bien para expulsión). Y el pibe lo hizo. Arrastró marcas y generó espacios para los demás. Yo ya no espero que la rompa como en el Barcelona, pero sí que ponga un poco más de amor propio, que deje de ser lo que aquí llamamos un “pecho frío”, deuda que en esta copa, en algún punto quedó casi saldada. Y a su favor hay que decir que siempre estuvo muy lejos del área. Su sociedad con Pastore, que tan bien había funcionado contra Paraguay, esta vez fue bien anulada por el conjunto Chileno. Y a Favor de Chile hay que decir que para anular a un equipo con la movilidad de Argentina hay que correr mucho, y en eso el equipo de Sanpaoli estuvo a la altura de las circunstancias.

Coincido con el análisis que hizo Martino. Vimos dos equipos que jugaron a anularse el uno al otro. Chile salió a jugar llevando la antorcha de estar ante una oportunidad única de hacer historia en su propio país. Y nuestra selección salió a jugar como un equipo visitante dispuesto a aprovechar los errores del rival (cosa que no me gustó para nada). Chile casi ni tuvo situaciones. Argentina tuvo las más claras. El partido físico lo ganó Chile por goleada. Argentina perdió a Di María en el primer tiempo y se quemaron los papeles. Porque hay que decirlo, Di María no jugó bien en esta copa, pero ayer su ausencia se notó y mucho. Se extrañó su entrega y su velocidad. Tampoco creo que el ingreso de Tevez hubiera cambiado mucho el panorama, de hecho los pocos minutos que jugó en esta copa no le alcanzaron para poder demostrar algo. Además ayer no tuvimos mediocampo. Biglia estaba muy solo y creo que Martino lo hace entrar a Banega porque necesitaba alguien que aporte marca pero también asociación con Messi.  Pero bueno, ese es un viejo axioma del fútbol: el que está en el banco siempre juega mejor.   

También hay que decir que por momentos el árbitro tuvo fallos erráticos que inclinaron la cancha a favor de Chile, incluso nos cortó un corner en el minuto 90, lo que se suele llamar “robo de guante blanco”.

Y lo más importante: hubo un momento en el que Messi pudo hacer “su jugada”, y eso fue en el minuto 90, cuando arrancó en el medio, se la cedió a Lavezzi y este mandó una pelota cruzada que Higuaín no pudo meter adentro del arco por no llegar apenas un milisegundo antes. Esa fue la jugada clave. Si salía, Messi se reivindicaba, Higuaín nos hacía olvidar el gol que se perdió con Alemania y todos contentos de esta generación de jugadores que se merece un título desde hace rato. Pero así es el fútbol, una jugada puede determinar tu grandeza o tu miseria eterna. Maradona la tuvo en la final de México 86 cuando metió un pase entre 4 alemanes y dejó sólo a Burruchaga con el arquero. Burru la mandó a guardar, Higuaín no llegó. Y nunca sabremos que hubiéramos pensado de aquella selección si perdía la final con Alemania. Quién sabe si los goles a los ingleses tendrían el mismo valor. 

Además falta carácter. Mascherano es el patrón de este equipo pero parece que con eso no alcanza. Necesitamos dos o tres mas como él. Si algo le faltó a este equipo en estas dos finales que jugó en menos de un año fue “carácter” y “autoridad”.  Algo que sólo vamos a ver luego de que consiga algún título ganando una final sufrida como la de ayer, quizá por 1 a 0 y colgada del travesaño.

De los penales no quiero hablar porque son más bien una lotería. Nos han sacado las papas del fuego muchas veces, pero no siempre te van a salvar. Lo que sí, mención parte para Alexis Sanchez, hay que tener huevos para picarla así en una oportunidad histórica.

En cuanto a Martino hay que decir que llamó a todos los jugadores que había que llamar. En eso no se le puede reclamar nada. De última podemos discutir cómo los usó, pero bueno, el que convive con ellos y ve su desempeño día a día es él DT, y supongo que debe tener sus razones. Me gusta esta idea de juego. Me gusta que haya puesto a Pastore, que para mí es un jugador clave, es uno de los pocos nuevos armadores del fútbol argentino.


Y de Messi no esperemos mucho más. El pibe esta vez quiso, pero no pudo. Esto es Sudamérica. Esto es otra cosa. Messi no es heredero de Maradona. Maradona es irrepetible. Cuando él salía con la 10 y la cinta de capitán todos estábamos mucho mas tranquilos, porque podía tener malos partidos, pero adentro de la cancha absorbía marca, absorbía presiones y contagiaba a sus compañeros que estaban embobados y super felices de jugar al lado del mejor jugador de la historia del fútbol. Messi no es eso. Messi es un buen pibe que nunca vimos jugar en esas canchas poceadas y maltrechas del fútbol argentino que vemos todos los fines de semana a través de las pantallas de TV. Es alguien cuya familia tuvo la inteligencia de no dudar ante la oportunidad de “llevárselo afuera” porque quizá supo entender que acá, más allá de su destreza, no iba a llegar a mucho. Es un buen pibe y un buen ejemplo de comportamiento para los mas chicos (en eso es mucho mejor que Maradona). Nos representa bien en el exterior y es un fenómeno de Marketing. Pero no es ni será un gran capitán en la selección. Ya no esperemos mucho mas de él que lo que dio en esta copa. Y si por alguna de esas casualidades del destino, en el futuro el pibe la rompe y nos tapa bien la boca, sepamos disfrutarlo. Messi ya no es ninguna esperanza. Lo que sí da pena es que esta generación no haya podido lograr un título importante. Se lo merecen, seguro, pero bueno, esto es fútbol, y en fútbol no siempre gana el mejor.    

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