CORTINAS EN LA RADIO: EMISIÓN 30 - NOSTALGIAS

CORTINAS EN LA RADIO: EMISIÓN 30 - NOSTALGIAS: No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió, cantó alguna vez Joaquìn Sabina y nos dio flor de cachetazo. Rozichtner no...

17 MINUTOS PARA NEIL YOUNG

¿Disponés de 17 minutos para sentarte a ver un video? 

Neil Young publicó un video de una de las canciones incluidas en su próximo trabajo discográfico a editarse el 30 de octubre. Hasta ahí todo bien. Pero ¿qué pasa si esa canción dura 17 minutos? ¿Qué le puede ocurrir a la gente con una canción que dura esa excelsa cantidad de tiempo? Como leí por ahí, el abuelo Neil se toma todo el tiempo del mundo para que la canción fluya, que se expanda hasta más no poder. ¿Hay cambios de ritmo? No ¿Hay cambios de melodía, puentes y esas cosas? No. Y sin embargo no puedo dejar de escucharla. 

Te habrá pasado varias veces: te copás escuchando una canción, termina y la volvés a poner, termina y lo volvés a hacer de nuevo. Porque sí, porque te encanta y esos 4 o 5 minutos te parecen poco, querés escucharla más tiempo. Bueno, en RAMADA INN, Neil Young lo hace de una sola vez. Como para que te pudrás de escucharla, como para que no tengas que tocar ninguna tecla, como para que te sumerjas tranquilo...

Cuando vi el vídeo me dije: qué linda canción para escuchar cuando estás manejando, para ir por la ruta de noche, inmerso en una melancolía eléctrica. 

Y esta noche lo pude hacer, y además llovía. No mucho, lo necesario. Y me encantó. Un montón de imágenes surcando mi cabeza.

Así que si tenés tiempo, tomate esta dosis de Neil Young. Abrite una cerveza y dejá que esas imágenes de filmaciones antiguas te lleven a algún lado. Poné play y relajate. 

Entre los comentarios que dejaron en la página donde está publicado el vídeo, alguien escribió:

"Me gustaría vivir en esa canción para siempre"

¿Por qué no? 

MANTENIMIENTO

Pasa un colectivo, se escuchan algunos golpes de martillo. Detrás mío caminan 2 personas.

Conversan…

 Decile que me llame, que no sea tonta.

Los oigo cada vez más cerca y entiendo que están andando más rápido que yo.  A mi izquierda un negocio de reparaciones. Al lado otro negocio. Y al lado otro más.  Como si en este lugar las cosas se lo pasaran rompiéndose.  O fallando. O tal vez fueran mal reparadas. O bien reparadas pero con repuestos de dudosa calidad.  O tal vez la gente las descuida demasiado. Es la sensación que me invade cada vez que miro los hongos que se acumulan en la goma de la carga frontal que tiene el lavarropas. Cif, Mister Músculo… nada.  En internet recomendaban un trapo con lavandina pura. Me pareció excelente. Pero todavía no lo hice. Además tengo que limpiar el filtro del lavavajillas, cambiar el filtro del agua, dar vuelta el colchón de resortes una vez por mes. Limpiar las estufas una vez por año. La pantalla del LSD. La computadora. El lente de los anteojos: La heladera. La juguera. La multiprocesadora. Usar y lavar. Usar y lavar. Usar y limpiar. Cuidar para que dure.

En la publicidad me habían dicho que se lavaba re-fácil. Digan lo que digan, aunque nos informemos y estemos alertas, nunca falta el instante en el que estamos con la guardia baja y nos dejamos embaucar por la publicidad.  Plan de mantenimiento. ¿Para qué? Para que las cosas duren, incluso nos sobrevivan.

El auto. Cambio de aceite cada 5 0 10.000 Km, Alineación y balanceo cada 20, cambio de neumáticos, de llantas golpeadas.  Además lavarlo, aspirarlo. Una vez leí que el mantenimiento es algo que a nadie le gusta hacer, pero que es necesario hacer. Se puede pagar para que alguien lo haga por vos. Pero no es tan sencillo encontrar a la persona adecuada.

La casa. Barrer. Trapear.  Quitar la tierra de los muebles. Pintar. Ajustar tornillos. Barnizar… Y además bañarnos, afeitarnos, depilarnos, peinarnos, ir al médico, al dentista, al especialista de lo que sea, y además la comida, cocinar, en fin… ¿Cuántas horas de nuestro día nos dedicamos a tareas de mantenimiento? Odio el mantenimiento. A veces es algo terapéutico, lo admito. Pero lo odio. Mantener, cuidar. El mantenimiento y la responsabilidad son bastante correlativos.  Hacer el mantenimiento necesario para que algo dure y funcione en buenas condiciones implica responsabilidad y habilidad para hacer la tarea.  Tomarse la molestia de hacerlo aunque no se tenga ganas, porque sí, porque el deber es más importante que las ganas.

Hay gente que paga para que lo haga otro.  Hay gente que no cuenta con los recursos para darse ese lujo y hay gente que puede pero no quiere, porque no confía, porque entiende que nadie lo va a hacer con más cariño y dedicación que ellos mismos.

La heladera enfría bárbaro pero cada tanto hay que descongelarla y limpiarla. Ni hablar del baño. El inodoro, el bidet, la bañera, el bañitori. Es lindo y necesario tener una casa, un lugar en el cual vivir. Ahora ¿cuántas horas de tu vida te lo pasás trabajando fuera de casa para poder tener una casa? ¿Cuántas horas de tu vida te lo pasás haciendo mantenimiento para que luzca bien y el techo no se te venga encima? ¿Hacés la recirculación con vinagre que necesitan las cafeteras cada 6 meses? ¿Hacés lo mismo con el lavarropas? ¿viste la tierra que se junta en las repisas y en los muebles? Una mierda ¿no? Aunque no hagas nada la tierra se junta igual. Una vez escuché en la radio que un gran porcentaje de ese polvillo se compone de células mueras que pertenecen a nuestra piel, la cual se va renovando día a día. Podría ser tu piel o la de otras personas. Partículas de piel de otras personas que el viento fue trayendo a tu casa.

¿Cuáles son las opciones? ¿Mantenimiento o nadar en la mugre?

Además esa palabra.

Mantenimiento. Vamos a la definición: todas las acciones que tienen como objetivo mantener un artículo o restaurarlo a un estado en el cual pueda llevar a cabo alguna función requerida. Estas acciones incluyen la combinación de las acciones técnicas y administrativas correspondientes.

No me suena a futuro (por más que de alguna manera esté relacionado con él) sino a presente asegurado.

Cuando un viejo actor suele aparecer en la tele en muy buen estado, medio ignorando el paso del tiempo, mi mamá suele decir: ¡Cómo se mantiene eh!  Y detrás de esa imagen hay todo un laburo que muchos no saben o no quieren saber. Mantenimiento para eso. Para lucir bien ante los otros. Para mantenernos estables. Para no degradarnos tanto. Mantenimiento es eso. No es avanzar, es mantenerse ahí. Rompe las bolas pero hay que hacerlo. Admiro a la gente que hace de esas tareas una manía, una constancia.

Incluso me rompe las bolas mantener este blog. O limpiar el spam de mi casilla de mail. ¿Y por qué lo hacés entonces? Si lo supiera…

CORTINAS EN LA RADIO. LLEGUÉ A LOS 30 PROGRAMAS!!!!

Este viernes CORTINAS EN LA RADIO llega a la emisión número 30.

30 semanas, 30 viernes, 30 programas, 30 temas distintos.

Y este viernes un tema muy especial: LA SOLEDAD. ¿Te gusta estar solo? ¿Te gusta demasiado? ¿O ni siquiera lo soportás y de repente cualquier compañía te viene bien?  ¿Sos de los que la disfrutan o de los que la padecen?  Eso sí, este es un programa para escuchar solo, o acompañado pero solo… Puede que coincida, pueda que sea viernes y la soledad se adueñó de tu noche y bueno, entonces este programa es para vos, sin duda, para todos los que alguna vez nos sentimos demasiado solos, y más que nada en medio de un montón de gente.

Por lo pronto este viernes, en soledad o en compañía, vos y yo tenemos una cita. Vos en soledad, ahí, del otro lado, y yo desde aquí, desde donde transmito, una habitación apenas iluminada y llena de melancolía. ¿Te animás?