Tuesday, February 23, 2010

EL VIERNES QUE VIENE EN CONCIERTO



Bueno, finalmente este sábado 27 de Febrero  EL VIERNES QUE VIENE (banda de la cual soy vocalista) tendrá su bautismo de fuego junto a dos bandas amigas: LIBITONES y LUNARIA. La cita es a las 22:00 hs en CATULO CASTILLO, avenida Scalabrini Ortiz 1687,  barrio de Palermo -Capital Federal - Buenos Aires - Argentina. La entrada sale $ 15. Los esperamos!!!

http://www.myspace.com/elviernesqueviene

Monday, February 22, 2010

FALLO EN EL TERMOSTATO CORPORAL


Anoche me costó dormir. Me suele pasar cuando es Domingo y al otro día me toca entrar a trabajar a las seis de la mañana. Lo más extraño es que todavía no sé si hace frío o calor. Es bastante incómodo no tener certezas. Si hace frío, hace frío. Si hace calor, hace calor. Ya está, punto, se acabó el tema. Me abrigo o me desabrigo. Manga corta o manga  larga. Pero cuando no estás seguro…  Anoche transpiraba pero de alguna manera sabía que no hacía tanto calor, que era yo el que tenía calor. Me debe estar viniendo la gripe, pensé. Afuera soplaba el viento y por momentos parecía como si alguien estuviera tratando de entrar por las ventanas.  Pero luego de un rato, mientras leía una biografía novelada de Marilyn, entendí que era el viento y no un par de ladrones, porque un par de ladrones no tardan tanto ni hacen tanto ruido  para tratar de abrir una ventana desde afuera.  

Ahora estoy en el trabajo y camino para todos lados con un buzo de frisa bajo el brazo.  Sé que no me lo voy a poner porque nadie lleva puesto uno, lo cual me da la pauta de que, o bien hace calor, o hay un clima agradable que no llega a ser frío. Pero yo tengo gotitas de sudor en la frente y a la vez siento que si no llevara el buzo en la mano por si acaso refresca, me sentiría desprotegido, aún sabiendo que no me lo voy a poner en todo el turno de trabajo. Sin embargo, lo que más estoy disfrutando de esta mañana es el hecho de sentirme pletórico a pesar de haber dormido poco. Eso me pone de muy buen humor. Incluso desayuné una pera bien jugosa y en el auto vine escuchando BACK IN THE USA de Paul Mc Cartney. Lo disfruté mucho, sobre todo porque ayer mi hijo de 14 meses lo extrajo cuidadosamente de una pila de Cds y me lo dio. Parece que el pibe la tiene clara con la música y eso me gusta. Afuera hace un día gris y hay viento.  Pero no es invierno. La radio dice 23 grados. Guardo el buzo y se me pasa el frío.  

Thursday, February 18, 2010

REFRANES O VERDADES


Hay refranes que suelen quedar exentos de cualquier cuestionamiento, lo que de alguna manera los convierte en una de esas máximas que nos ayudaran en los momentos indicados. En este caso me voy a referir a un par que a su vez intentan decirnos lo mismo pero con matices muy distintos. 

Ellos son:

1-No hay que escupir para arriba (También conocido como “no hay que escupir al cielo”).

2- Nunca digas de esta agua no he de beber.

La primera es bastante clara y de hecho cualquiera puede intentar hacerlos y ver qué pasa. Y si todavía no dejaste de leer este texto para hacer la prueba, paso a explicarte. Si escupo para arriba, el pollo me va a caer en la cara. Es decir; la mierda que yo tiro me va a caer encima, va a volver a mí como un búmeran pero a su vez no de una manera tan acrobática. Entonces podría decirse que “Hecho el refrán, hecha la trampa”; mejor escupir en sentido transversal, o hacia abajo (cuidando de no pegar se en el pie), o en todo caso escupir para arriba y correrse a un costado aunque ese no sea un acto muy propio de un caballero (¿todavía existen los caballeros?). Con la otra máxima, la número dos, la que básicamente nos está queriendo refrendar aquello de nunca digas nunca, ocurre algo parecido. Porque si no te queda otra que beber esa agua que dijiste que nunca ibas a beber, de última le das un trago, hacés un buche, y cuando nadie te ve, la expulsás detrás de cualquier árbol.

El tema es que aunque sean verdades comprobadas, uno muchas veces no puede evitar escupir para arriba o decir que no beberá de esa agua, porque aunque uno tenga bien sabido que hay grandísimas posibilidades de que el pollo le vuelva a la cara o de que en algún momento de su vida pueda llegar a beber de esa agua, lo inevitable es que uno necesita tomar posición frente a las cosas. No te podés pasar la vida diciendo “Yo por las dudas no opino, andá a saber si después me sale un hijo puto”. Es muy choto ser un tipo así, incluso la vida misma deja de ser un gran abanico de matices. Jugársela contra verdades de ese calibre es un poco como en el cuento de Borges (El Sur) cuando a Dalhman, luego de contestarles a unos mozos que lo estaban molestando, lo desafían a salir a la calle a pelear con cuchillo. Pero Dalhman está desarmado. Entonces un gaucho estático que estaba por ahí sin tener mayor injerencia en el cuento, le arroja un puñal a sus pies. Y Entonces a Dalhman, que algún que otra vez había jugado con uno de esos pero nada más, no le queda otra que tomar el arma, salir a la calle, y que sea lo que sea, aún sabiendo que lo más probable es que muera. Entonces para no ser indefinido uno a menudo dice cosas tales como “Jamás voy a hacer esto” y resulta que luego de un tiempo, quizá por la misma influencia de la gente que lo rodea, lo termina haciendo. Entonces para zafar medio que uno termina tomando esa agua a escondidas. Es cierto, hace trampa, pero bueno, así es la vida. En conclusión: sabemos que algún día se nos puede dar vuelta la torta, pero mientras tanto hay una innegable necesidad de plantar bandera y despotricar de lo lindo, porque tarde o temprano a los demás también les va a pasar lo mismo y ahí estaremos para reírnos, porque en el fondo sabemos que algún día estaremos en su lugar y se reirán de nosotros cuando nos caiga nuestro propio gargajo en el medio de la cara. Y además, uno no es el mismo de antes, cambiar de manera de pensar no siempre es traicionar principios. Si las cosas cambian cada vez más rápido ¿por qué no vamos a cambiar nosotros? Así que basta de tenerle miedo a los refranes. A plantar bandera y a despotricar se ha dicho...

La cumbia es una mierda. 


Saturday, February 13, 2010

LA SIMPLEZA, ESA VIRTUD...


No siempre se encuentra una manera simple de decir las cosas. Y Bukowski era un especialista en encontrarla casi siempre. Este es un diálogo extraído de la película FACTOTUM, que se filmó en 2006 basada en una de sus novelas, con la actuación de Matt Dillon en el papel del alter ego de Bukowsky, ese tal Henry Chinasky. Transcurre mientras estos personajes están yendo hacia el hipódromo en una camioneta. Que lo disfruten

-¿Estás casado Manny?
-No.
-¿Mujeres?
-A veces. Pero nunca dura.
-¿Cuál es el problema? 
-Una mujer es como un trabajo de jornada completa.
-Hay que dar salida a las emociones…
-Y al cuerpo. Quieren follar día y noche.
-Bueno, escoge una con la que te guste follar.
-Si bebes o juegas creen que no las quieres.
-Busca una a la que le guste beber, follar y jugar.
-¿Quién quiere una mujer así?


Thursday, February 11, 2010

RETROSPECTIVA: ACTOS DE AMOR (2008)


El calor me pone vago, y sí, hay cosas que quizá podría sentarme a escribir, pero hora sólo quiero salir al sol y reventar los poros. Por eso esta sección, en donde pongo refritos míos que me gustaron mucho. Este es de Octubre de 2008. La imagen es de la película LOS AMANTES DEL CÍRCULO POLAR. Saludos.

"Dar es dar, y no explicarle a nadie, no hay nada que explicar."


                                                                                     DAR ES DAR, FITO PAEZ

Hay actos de amor de todos los tamaños y de distinta calidad. Algunos tienen que ver con la renuncia y otros surgen de esas ganas de dar que aparece en los lapsos de felicidad extrema. Algunos son pequeños y valiosos (como por ejemplo compartir con ella un programa de TV que no te guste en absoluto). Otros son algo más grandes con respecto a los primeros; tal vez una forma de graficarlos sería el mostrar a alguien que deja de asistir a un evento importante para hacerle compañía al otro en su soledad o en su bajón anímico, es decir, aflojarse la corbata y poner la pava para preparar un té bien caliente y decime cuánto querés de azúcar, si le pongo limón y todo eso. Después están los otros, los enormes, los que tienen una cuota de grandeza y de renuncia mucho más emblemática, como el dejar la tierra de natal para ir tras el amor y construir una nueva vida lejos de donde uno se hizo como persona. Son actos de amor, así de simple. Lo loco es que la mayoría involucra una cuota de renuncia (ya que no siempre el hecho de dar implica tener que renunciar a algo) y a la vez pareciera ser que son los más valorados. Y más todavía si nadie te los pide… ¿O sí? ¿Qué te gusta más? ¿Qué alguien te dé lo que le pedís o que te dé más de lo que esperabas? El tema está en si estos actos de amor, grandes o pequeños, son valorados por el otro. Ya que en el amor no se trata de yo te doy sólo si vos me das, o de si no me das nada yo tampoco porque ya te di y vos no me diste. Por más que tenga vaivenes e incertidumbres como la mayoría de los mercados, no es una transacción comercial. En el amor, tal cual lo dice la canción de Fito Paéz, dar es dar y punto, sanseacabó la cuestión. Uno da porque tiene ganas de dar y no se fija en lo que recibe, da, da y da. Es feliz dando y eso es tan inevitable como la gravedad. Da y después no reclama. Y además, da lo que tiene. ¿Cómo se hace para dar lo que no se tiene? Personalmente creo que es más lindo dar cuando a uno no le piden, lo que se dice, cuando sale de vos, cuando encontrás un espacio en donde te sentís cómodo para dar. Es como que hay que encontrar lo que el saber popular bien denomina “la horma de tu zapato”. Puede que encuentres a alguien con quién tener un sexo fantástico y no así todo lo demás. O que encuentres a alguien que sea fantástico en todo lo demás pero no tanto en la cama. O a quién lo que le des sin mucho esfuerzo le alcance y le sobre. O a quien todo lo que le des, que a su vez es lo mejor que tenés, simplemente no le alcanza ni le hace cosquillas, o le alcanza pero hasta ahí, andá a saber. O tal vez puede pasar que lo que recibas sea demasiado para vos y a la vez te angustie no ser capaz de devolverlo. O tal vez sea como dice esa canción de Enrique Bunbury, donde “no soy mala hierba sino hierba en mal lugar”. En fin, parece complicado. Y es válido que lo sea ya que se trata de sentimientos y no de matemáticas. Y al ser así no siempre prevalecen las soluciones lógicas. Y así nos pasan, apegados a una especie de alternancia despareja, los días maravillosos y de los otros, esos donde no hay toronja que te venga bien y te vas por ahí a buscar quién sabe qué cosa.

Más allá de todo creo que lo importante es ser conciente de que cuando uno da se siente feliz de hacerlo. Y esa felicidad quizá lo lleve a no reclamar al otro lo que este no tiene.



Tuesday, February 02, 2010

TREINTA GRADOS A LAS SEIS DE LA MAÑANA


Hace calor. 30 grados. Sí, muy bien, hasta ahí nada nuevo. Pero ¿Qué pasa por tu cabeza cuando hace 30 grados a las seis de la mañana, más precisamente cuando estás entrando a trabajar? ¿Con qué animo encarás el día cuando sabés que vas a tener la ropa pegada a tu transpiración durante al menos 10 horas? Porque si a las 6 de la mañana hiciera, digamos, 23 grados, no importa si después sube a 30, primero porque es lo esperable, y segundo porque eso va a pasar después. Pero arrancar con 30... Entonces todo se reduce a dejar que pase el tiempo. Ir zafando de la mejor manera posible. Y todo con un ánimo y un carácter no muy afable que digamos. Y la máxima para hoy pronostica 33. Pero a la vez el hecho de sólo dejar que el tiempo pase, de ir rebuscándotelas para que el hecho de esperar la hora de salida no sea un suplicio, y a la vez la sensación de que es muy poco probable que hoy te ocurra algo interesante, no hacen más que generar una cierta angustia, al menos si vivís pensando en hacer algo trascendente a cada instante. Está bien, si no trabajaras estarías refrescándote en una pelopincho o haciendo algo útil al lado de un ventilador. O incluso tomando una cerveza bien fría en un bar de mala muerte, lo cual puede que te haga sentir mucho más trascendente que el tipo que entra trabajar a las 6 de la mañana cuando a las 6 de la mañana no tendría por qué hacer 30 grados. En un horno no siempre se cocinan cosas interesantes. Igual es verano che, el año empieza en marzo, diría alguien que yo conozco. Relajate y gozá.

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